Nacida en Madrid, vive en Barcelona desde el año 2009. Estudió trabajo social y se dedicó profesionalmente a ello a lo largo de ocho años en diferentes ámbitos. Lleva más de veinte años dedicada a la formación de voluntarios y personal de organizaciones y empresas de diferentes ámbitos y, durante los últimos doce años, ha compaginado esta actividad formativa con la coordinación y gestión de proyectos de voluntariado en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.
Inma Merino Jiménez | Responsable de Voluntariado de San Juan de Dios
Hoy día contamos con una pluralidad de personas voluntarias que están presentes en nuestra institución y que desde su diversidad quieren formar parte de esta esfera solidaria. Las condiciones culturales en las que vivimos afectan sin duda a las disposiciones, actitudes y motivaciones de las personas voluntarias.
En los últimos años hemos asistido a la presencia de dos tradiciones de voluntariado muy distintas. Por un lado, el voluntariado que busca la transformación social y que proviene de la vieja escuela de las militancias (política, sindical, de movimientos sociales, cristiana, etc..). Por otro lado, asistimos a la expansión de un voluntariado que busca la realización personal en un mundo inhóspito, que se enclava de modo mayoritario en la atmósfera posmoderna.
Voluntariado de transformación social y voluntariado de realización personal
Las características del voluntariado de «transformación social» tienen que ver con una mirada que analiza las injusticias sociales y siente que hay que dar una respuesta urgente que no admite demora. Se mueve desde una profunda convicción que le lleva a realizar su voluntariado sin importar las consecuencias, ni las condiciones, ni los costes en las que se realice. Hay más emotividad que cabeza, más dejarse llevar, que decidir por uno mismo, más romanticismo que personalización. Todo es poco con tal de cambiar la realidad. La acción se vincula con un «siempre más lejos» que nunca llega y que se convierte en alimento de la misma acción. Este voluntariado hoy no levanta pasiones, desde el momento en que nuestra cultura posmoderna no quiere saber nada de grandes palabras como justicia o paz y mucho menos congenia con un mínimo sentido de transformación. Este voluntariado corre el peligro de la despersonalización y el elitismo. Si el compromiso se decide sólo desde lo emotivo, la ruptura personal está a la vuelta de la esquina. Por otra parte, este modelo corre el riesgo de sentirse el “químicamente puro” frente a otros, inicialmente menos comprometidos.
Por otro lado, las características del voluntariado de «realización personal» mira hacia uno mismo como sujeto, el voluntario se acerca desde su necesidad de conocerse, de probarse si vale para algo, de relacionarse y salir de su soledad. Priman más las consecuencias de las acciones realizadas. Importa ver a corto plazo que efecto tiene el voluntariado y qué tiempo «quita» para otros quehaceres que cada cual tiene. Necesita una toma de distancia para situarse, le importa no dejarse afectar demasiado por lo que hace o ve. A la acción voluntaria se camina con el freno siempre echado, con defensas y miedos a implicarse en exceso. Éste modelo está ligado a la cotidianidad, se valora el aquí y el ahora, el voluntariado se incorpora en un determinado horario y dinámica de la actividad, pero, además, debe atender obligaciones familiares, profesionales, y no renuncia a otros espacios de ocio. Se halla ligado, de modo especial, al mundo de las relaciones personales, de salir de casa, de encontrarse con otros. Este voluntariado está al alza, aunque corre el peligro de construir un individualismo cerrado y atomizado.
Ambos modelos en el marco de la solidaridad, ofrecen grandes aportaciones, pero también importantes peligros que hemos de evitar. Nuestro objetivo ha de ser construir un modelo de voluntariado que tenga en cuenta tanto las claves personales que ayudan a construir proyectos de vida valiosos, como las claves de desarrollo de una sociedad éticamente justa.
Este artículo ‘Modelos de voluntariado’ se publicó el 17 de septiembre de 2019 en Social.cat