Txell Esteve | Responsable de comunicación de la Obra Social de San Juan de Dios
‘Llamémonos y tomemos un café‘ es, quizás, una de las frases que tenemos más integradas en nuestra mecánica de socializar. Es la fórmula que cualquiera de nosotros utiliza para quedar con alguien, tomar un café (o lo que sea) y tener una conversación. En definitiva, tomar un café es compartir un tiempo de calidad con otra persona. Esta frase es, también, el motivo del spot de la campaña del Café Solidario de San Juan de Dios contra la soledad no deseada. Una campaña que tiene como ingredientes principales: los bares, las personas y los cafés. Y un único objetivo: que ninguna persona se sienta sola.
Todos y todas tenemos cafés pendientes. Algunos asumimos que no los haremos nunca y otros cometemos el error de dejarlos para más adelante, cuando podamos, para cuando el mundo gire algo más despacio. Y después hay los cafés que queremos y tenemos que hacer, los que no dejamos pasar. Son los cafés imperdibles, los que de alguna manera nos alimentan el alma.
Grandes inicios y finales de historias se han forjado en un bar con una taza de café entre las manos. Son espacios de cuidado y de escucha, de silencios y de risas, de romper las penas porque nos sentimos acompañados y de aligerar la mochila que llevamos. Son espacios generadores de vínculos, tan necesarios para vivir. Son estampas o postales que, de tan cotidianas, son invisibles. Son las pequeñas grandes historias que abrazan todo aquello que pasa un día cualquiera, entre personas cualquiera, en un bar cualquiera. Una suerte que no todo el mundo tiene y que las encuestas nos dicen que para muchos es tan excepcional como que no pasa nunca.
¿Os imagináis no tener nadie con quién hacer un café? La soledad no deseada es una nueva pandemia silenciosa que, poco a poco, se va colando en muchas casas. Tanto es así que, hoy, en Europa, más de 30 millones de personas se sienten solas. Un 26% de los jóvenes en Barcelona admite sentirse solo, más del 50% de la gente mayor está sola y, cada dos días, muere una persona en soledad en la ciudad de Barcelona. Los datos son estremecedores. Si, además, ponemos el foco en aquellas que sufren alguna situación de vulnerabilidad como las que atendemos en San Juan de Dios, entonces esta soledad se multiplica. Vivir un proceso migratorio implica mucha soledad; sufrir una enfermedad puede suponer un aislamiento; experimentar la soledad de encontrarse en la calle; o sentirse sol por culpa de los prejuicios y los estigmas que todavía rodean la salud mental.
Por todo esto, del 21 al 30 de octubre, en San Juan de Dios ponemos en marcha la campaña del Café Solidario SJD. Esta campaña pretende hacer visible la soledad no deseada porque solo cuando vemos ciertas realidades es cuando podemos cambiarlas. Sensibilizar la sociedad de la importancia de volver a compartir espacios, tiempos y palabras. También quiere captar fondos para romper esta soledad a partir de programas para cuidar mejor a los pacientes y usuarios y usuarias de los centros. La campaña quiere demostrar que un gesto tan sencillo como pedir un café solidario puede convertirse en una gran movilización solidaria de microdonativos que mejorarán el día a día de muchas personas.
En San Juan de Dios entendemos la soledad no deseada como un problema social y transversal. Abordamos esta realidad a través de un trabajo comunitario por parte de los profesionales y el voluntariado, humanizando la atención y los espacios, apostando por varias terapias complementarias y, también, invirtiendo en investigación. Y es en estos pilares donde hacemos nuestra acción para romper esta problemática.
¿Y si hacemos que esta semana sea excepcional de tantos cafés solidarios que pedimos a los más de 400 bares que ya se han adherido a la campaña? ¿Y si lo organizáis vosotros? ¿Y si entráis en CafeSolidario.org y tomáis un café virtual? Hay muchas maneras de colaborar.
La soledad, cuando no es voluntaria, es responsabilidad de todos y de todas romperla. Y se puede romper de muchas maneras, ayudando la vecina, escuchando de nuevo, preguntando “¿Cómo estás?”, participando en esta campaña y llamando a aquella persona que sabes que no tiene demasiada compañía para decirle simplemente: “¿Quedamos para tomar un café?”.
Esta es la traducción de un artículo publicado en catalán en Social.cat el 21 de octubre de 2022.