Txell Esteve: Cuando la soledad nos duele y avergüenza

Txell Esteve, opinió a Social.cat

Txell Esteve | Responsable de comunicació de la Obra Social SJD y coordinadora de la campaña Rompe La Soledad

Si cerráramos los ojos e intentáramos imaginar la forma o el sonido de la soledad no deseada, seguramente sería el silencio absoluto. Un vacío. Una oscuridad que hace daño. Por eso, la imagen gráfica que encabeza la Semana contra la soledad no deseada que impulsamos desde la Obra Social de San Juan de Dios del 14 al 20 de octubre, deja sin aliento y sin respuesta.

Se trata de una propuesta creativa, sencilla y contundente que se detiene en los momentos de vida más crudos, los que forman la cara B de la vida; la menos amable, la que nadie quiere ver, pero que todo el mundo sabe que está. Todos hemos sufrido o sufriremos alguna pérdida importante en nuestra vida; romperemos algún vínculo; tendremos miedo de unos resultados médicos o perderemos el trabajo. Situaciones como estas pueden hacer que se nos instale una tormenta dentro, que sea mucho más pesada de disipar sin alguien con quién compartirla. La campaña va de esto: de la importancia de tener cerca una red que nos sostenga en los buenos y malos momentos que estamos evocados a vivir.

En esta Semana contra la soledad no deseada hemos hecho muchos cambios, y uno de ellos es poner la problemática en el centro y convertirla en una bofetada que atraviesa el alma. Ojalá el impacto de la campaña nos despertara a todos de una manera inmediata, porque deja muy claro un hecho que a menudo olvidamos. La soledad no nos es ajena en ningún sentido: todos somos susceptibles de sufrirla, pero también somos agentes rompedores.

Por eso, una campaña así ni podíamos ni queríamos hacerla solos, sería un contrasentido. Y este es el otro gran paso adelante que hemos hecho en esta edición. Hemos sumado varias entidades sociales que también tienen en su ADN abordar esta soledad, y que lo hacen en muchos de sus proyectos y recursos. Tenemos la suerte de caminar con la Fundació Ajuda per l’Esperança; Cruz Roja y Fundació Marianao. Y contamos con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, entre otras acciones, formando parte de la construcción conjunta del Pacto de Ciudad contra la Soledad No Deseada.

Los datos también nos dejan sin aliento. Hoy, más de 30 millones de personas a Europa se sienten solas; una de cada cuatro personas siente soledad, y aunque asociamos este sentimiento a las personas mayores, cada vez más personas de edades diversas se sienten solas. Carl Jung, psiquiatra y filósofo, decía que la soledad no llega por no tener personas a tu alrededor, sino que la sentimos cuando perdemos la capacidad y la voluntad de compartir qué nos pasa. Es decir, podemos estar rodeados de gente y sentirnos tremendamente solos. Y esta es, desde mi punto de vista, la parte más cruel y devastadora que esconde la soledad no deseada.

Nuevamente, hablar y perder el miedo de decir que nos sentimos solos es el primer paso para salir de esta situación. Y es que la soledad nos hace daño, pero también nos hace sentir vergüenza. Por eso, sensibilizar y romper tabúes también es uno de los corazones de esta campaña. Si, además, ponemos la atención en todas aquellas personas que viven situaciones de fragilidad, como por ejemplo todos los colectivos de personas que atendemos en San Juan de Dios, vemos que soledad y vulnerabilidad se retroalimentan y hacen que el túnel de salida sea todavía más largo.

Por eso, queremos llevar esta campaña en los centros educativos, a las empresas, entidades e instituciones. ¿Y por qué no? Queremos ir más allá y situarla en la calle, que es donde hay el pulso de la vida cotidiana y donde se da la dualidad del mundo que gira frenético y la soledad de muchas personas que gritan en silencio que no quieren sentirse solas.

Del 14 al 20 de octubre celebraremos esta semana contra la soledad no deseada, esperando e invitando a todo el mundo a movilizarse para participar en todas las acciones y actividades que propongamos. Esta será una semana para remover y hacer visible esta realidad que nos deja sin aliento, ¡pero también tiene que ser la oportunidad para recuperar esta alentada de aire fresco! Hemos rellenado de luz, de ternura y de energía diversas propuestas y materiales que nos hacen recuperar la esperanza. Cómo dice uno de los niños protagonistas de la campaña, ‘a una persona que está sola yo le diría que puedo jugar con ella’. Y es que quizás no sabemos hablar de soledad, pero desde muy pequeños sabemos cómo romperla y esta es la esperanza que nos deja la campaña.

En San Juan de Dios nos gusta pensar que es posible un mundo donde todo el mundo encuentre un refugio en un abrazo, una sonrisa, una caricia o un ‘como estás’. Esto es porque, de alguna manera, todos y todas podemos ser un refugio para el otro, y en muchas personas que nos rodean podemos encontrar un refugio para el alma que nos ayude a sentirnos menos solos.

Ayúdanos a romper la soledad no deseada en RompeLaSoledad.org

Traducción del artículo publicado en Social.cat el 4 de octubre de 2024

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