Las oportunidades de ayudar y ser solidarios durante la crisi de la COVID-19 se encabalgan en nuestro día a día: estan tan cerca como la voluntad de verlas.
Esto le pasó a Paula Casanovas, una estudiante en prácticas de comunicación en Sant Joan de Déu Serveis Socials de Barcelona: supo ver la oportunidad y con la ayuda de su padre y la generosidad de unos ciudadanos de China, pudieron dar 90 mascarillas a Sant Joan de Déu Serveis Socials. Y es detrás de estas mascarillas donde se esconde una historia de intenciones muy bonita.
El padre de Paula, Lluís Casanovas, trabaja en una empresa de disfraces que tiene proveedores en China. Cuando la COVID-19 comenzó a propagarse, enseguida se puso en contacto con ellos. «Nosotros queríamos ayudar de cualquier manera. La situación era muy complicada e intentamos hacer lo que estaba a nuestro alcance», explica. Por eso intentaron enviar mascarillas enseguida, aunque les fue imposible. Aquí ya estaban todas agotadas.
Cuando a principios de marzo comenzaron a crecer los casos en España, enseguida los proveedores de China se pusieron en contacto con Lluís: allí tenían mascarillas y querían enviar las que pudieran. «Aunque tuvieron un viaje un poco complicado, ¡nos llegaron!», explica Paula. Ella sabía que donde ella había estado haciendo prácticas las necesitaban, por lo que dieron 90 mascarillas a Sant Joan de Déu Serveis Socials Barcelona.
Aunque en un primer momento les fuera imposible poder ayudar a China, al final tuvieron la oportuntiat de hacerlo aquí. Por ello, esta historia y sus protagonistas tiene un trasfondo que es esencial en una situación como la que vivimos estos días: aunque a veces no sea posible ayudar, la voluntad y la intención hacen que encuentres otras oportunidades.