En Sant Joan de Déu Serveis Socials València mantienen el compromiso que la calle no debe ser el hogar de nadie. Por ello, durante la crisis de la COVID-19, el centro sigue atendiendo más de 100 personas en situación de sin hogar y exclusión social, tanto a través del albergue como de la red de viviendas y otros programas sociales.
La crisis sanitaria ha supuesto también una crisis social de grandes dimensiones, que dejará muchas personas en situación aún más vulnerable, y obligará a las entidades sociales a hacer grandes esfuerzos para atender todas las nuevas vulnerabilidades que se deriven.
Mientras tanto, la cincuentena de personas que viven en el albergue de Valencia, lo hacen con las medidas de protección y cuidado que requiere la situación actual. Y se han incorporado actividades encaminadas a paliar los efectos negativos del confinamiento sobre las personas atendidas, como talleres de mandalas, meriendas con la música que los usuarios piden y la publicación de las cartas de apoyo que envían las personas voluntarias.
A través de un vídeo, las personas residentes y los profesionales del fin de semana han querido mostrar un mensaje de esperanza y optimismo hacia la sociedad.