La vida en la calle hace que las personas sientan que pierden la dignidad y bajen la autoestima. Progresivamente el apoyo familiar disminuye y la salud empeora. José Vicente, un usuario de un albergue de Sant Joan de Déu, nos explica como esto puede suponer un punto de inflexión que los lleve a querer cambiar la situación y pedir ayuda para salir.