En el marco del programa Escuela amiga, alumnado del Institut Dr. Puigvert repite experiencia con el centro de Sant Joan de Déu a través de la creación de material que contribuye a la estimulación sensorial.
El martes 18 de diciembre, el alumnado del Institut Dr.Puigvert de Sant Andreu (Barcelona) presentó el proyecto que han desarrollado sobre la estimulación sensorial a los usuarios y usuarias del Hospital de Día y la Llar Residència de Sant Joan de Déu Serveis Sociosanitaris de Esplugues. Se tratan de objetos que han ideado y construido, previa investigación y documentación, los alumnos y las alumnas con el objetivo de estimular los sentidos de los personas diagnosticadas con demencia. Está integrado dentro del trabajo globalizado de propuesta externa (TGPE) que ha realizado el alumnado de segundo de ESO del centro de San Andreu, enmarcado en Escuela amiga como un programa de aprendizaje y servicio. El objetivo global es movilizar y promover la participación activa y el compromiso social de los jóvenes a través de la realización de una tarea que acerca y ayuda a la comunidad.
Un proyecto de clase de largo recorrido
El proyecto del aula se desplegó a lo largo de varias semanas. Se inició con una visita a los Sant Joan de Déu Serveis Sociosanitaris, donde Laura Fernández, coordinadora del Hospital de Día, y Nuria Pérez, terapeuta del centro, explicaron a la clase en qué consistía el encargo y la importancia de su tarea, además de explicar las características esenciales que debía tener el material sensorial. A partir de aquí, los alumnos y las alumnas realizaron su propia investigación hasta decidir trabajar con el método Montessori.
A partir de este método, se dividieron en grupos según el sentido que se estimulaba: la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto; y empezaron a idear e ingeniar los mejores objetos. A través de la creatividad, material reciclado y elementos cotidianos como arroz, vinagre, cajas de zapatos, globos, etc., los y las alumnas crearon cajas llenas de objetos que estimulaban los sentidos. Crearon norias, instrumentos musicales, almohadas con luces, bolsas con mil olores, botes de colores…
Finalmente, volvieron al centro a llevar las cajas y a interactuar con los usuarios y usuarias. Después de una presentación del trabajo realizado, el alumnado mostró los objetos a los usarios del Hospital de Día y la Llar Residència. Durante el resto de la mañana, los estuvieron utilizando, explicándose cosas y aprendiendo los unos de los otros. Muchos usuarios compartieron con los jóvenes los recuerdos que les traian los objetos. En especial, destacaron aquellos que estimulaban el sentido del olfato. Los botes con vinagre, hierbas aromáticas, chocolate y comino los animaron a explicar las recetas que solían cocinar antes. Una manera muy cercana de conocerse unos a otros y aprender de los más mayores.
Este intercambio fue más allá de conecer el material sensorial. Pudieron conocer en primera persona las consecuencias de la demencia en la gente mayor y entender sus necesidades. En conjunto, se llevaron una experiencia bonita, que los ha acercado a situaciones cotidianas pero no visibles y les ha permitido aportar su grano de arena.