‘Violencia’, el proyecto de falla participativa realizado por las personas atendidas en Sant Joan de Déu València y la artista fallera Reyes Pe, formó parte de la Falla Arrancapins 2022 ‘Arrancamurs’. Fruto de diversas colaboraciones colectivas y sociales, ha ganado el primer premio de los Caliu 2022.
El día 15 de marzo se colocaron los diferentes ninots que formaban parte del proyecto de falla participativa ‘Violencia’ e invitaban a recorrer con un mapa las diferentes violencias que recorren el sinhogarismo desde violencia física, a otras violencias sociales, estructurales o de género.
Dos ninots desaparecen y los otros son retirados de la calle por quejas del vecindario
A tan solo 16 horas de La Plantà de los ninots del proyecto, estos sufrieron las consecuencias de visibilizar situaciones incómodas a la ciudadanía. Dos de ellos a la mañana siguiente de su colocación habían desaparecido siendo víctima de vandalismo. Apareció en redes sociales un vídeo dónde se ve a un grupo de jóvenes cargar con uno de los ninots, llevárselo a una verbena próxima e incluso romperle la nariz. Todo esto pone de manifiesto la propia vulnerabilidad de las personas que se encuentran en la calle, expuestas a la inseguridad y agresiones varias.
Este proyecto nace de la necesidad de visibilizar y dar voz a las personas que han sufrido violencia y agresiones en una situación de sinhogarismo. La repercusión de enfrentar a la sociedad a una realidad incómoda se vio desde el primer momento en el que se colocaron los ninots. Desde un supermercado cercano una de las trabajadoras salió a manifestar el descontento: “Se están quejando muchos clientes, esto no está bien. Dicen que parece que sea una burla y están muy molestos”. Lo dijo mientras se colocaba la pieza en posición sentada en las inmediaciones del local, junto con un cartel pidiendo ayuda. Una disposición habitual y que representa a muchas personas que deben buscar un sustento pidiendo en las puertas de comercios. Como destaca el fanzine que invita a conocer las situaciones que representan los ninots: “La vulnerabilidad social es violenta porque nos muestra como seres primitivos carentes de protección y seguridad”. La incomodidad que generó una pieza al ser colocada y que se ha normalizado como un emblema de las puertas de los supermercados, fue inmediata. Este ninot había desaparecido a la mañana siguiente.
Dentro del proyecto, se tomó en cuenta la Plantà y los días siguientes como parte del proceso artístico ya que desde su inicio se planteó como parte de un proceso vivo y cambiante. Ofreció a la entidad y a las personas participantes la oportunidad de observar de forma activa la “Violencia” que esta propuesta podía suscitar. La propuesta ofrecía una clara invitación a la ciudadanía a recorrer de forma experiencial las diferentes violencias y ver que interacciones surgían. La realidad ha superado las expectativas como afirma la artista fallera Reyes Pe: “sabíamos que esto podía suceder y es parte del proceso. Ha ocurrido antes de lo que esperábamos, la verdad. La realidad ha superado la ficción y nos sirve mucho para denunciar las violencias que atraviesan a las personas en calle. Eran ninots de paja, aunque han generado mucha incertidumbre sobre si eran reales o no… Y aun así, han sido violentados.”
Las personas participantes en los talleres de creación de los ninots, al ver lo que había sucedido con su obra se mostraban indignados: “Sí esto lo hacen con muñecos, que no harán con las personas” dice David, que ha estado vinculado al proyecto desde su inicio.
Un efectivo de la Policía Nacional se desplazó hasta la zona y habló con la persona responsable de Sant Joan de Déu para que se quitaran los ninots de los diferentes emplazamientos ya que habían recibido muchas llamadas de queja. Habían registrado llamadas de algunas personas preocupadas por el estado de una persona que estaba tumbada y aparentemente no se movía. Un ninot tumbado en un soportal con sus enseres y una botella a su lado denunciaba: “no tener recursos para tratar una enfermedad como lo es una adicción es violencia. No poder conseguir apoyo para salir de una situación de sinhogarismo es violencia”. Otras vecinas se acercaron hasta la falla para mostrar interés y dar la enhorabuena por la iniciativa: “ha removido conciencias y ha mostrado situaciones cotidianas directamente que incomodan. Da mucho que pensar como pasamos de largo y no miramos a las personas que se encuentran así”, contaba Isabel una vecina próxima a Arrancapins.
En València en concreto, ocho de cada diez personas sin hogar ha sufrido algún tipo de violencia. 1 de cada 4 mujeres en situación de calle, ha sufrido agresiones sexuales. Según los últimos datos del Censo de Personas Sin Hogar de 2021, hay 754 personas que se encuentran en situación de exclusión residencial. Todas estas personas tienen nombre y apellidos, tienen una identidad y una historia. El sinhogarismo como fenómeno multicausal tiene muchas caras y es una problemática presente en nuestros barrios y calles. Un proyecto como ‘Violencia’ apela a reconocer que la solidaridad y compromiso de la sociedad es necesario para romper prejuicios y abordar soluciones.
Se han vandalizado varios ninots y se han hecho retirar el resto porque eran incómodos para el vecindario. En un entorno festivo, donde las calles son tomadas por vehículos mal aparcados, consumo de alcohol, música hasta altas horas e incluso situaciones de violencia callejera, toma mayor relevancia la necesidad de visibilizar que las personas sin hogar están presentes y merecen una mayor protección social.
Información de Sant Joan de Déu València