Hace 16 años Sonia decidió emigrar de Bolivia en busca de un futuro mejor. No fue una decisión fácil puesto que implicó dejar atrás a su hijo de cuatro años, que tardó 3 años en podérselo traer. Desde entonces ha trabajado tanto cuidando niños como personas mayores, pero la crisis la dejó en una situación de fragilidad que la llevó a recurrir a San Juan de Dios para subsistir. La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios acompaña y acoge a personas en momentos de dificultad, y fomenta su autonomía a través de programas de atención personalizada.