Esta es la Memoria del 2019. Está hecha con mucho cuidado y dedicación para que conozcas lo que nos has ayudado a hacer y hasta qué punto es importante el trabajo de todos para seguir acompañándonos en esta aventura de construir un mundo mejor o, por lo menos, de intentarlo. Sí, lo has leído bien: nos gusta pensar que entre todos y todas un mundo mejor es posible.
Puede parecer atrevido, pero, ¿qué sentido tendría nuestro trabajo si no creyésemos que podemos conseguir un mundo más justo, más hospitalario y más solidario? Una sociedad más sostenible y comprometida que vele para que todos tengamos las mismas oportunidades en la vida.
Oriol Bota | Director de la Obra Social de San Juan de Dios
En San Juan de Dios nos gusta cuidar a quien lo necesita y trabajamos para escuchar, atender y acompañar a todas aquellas personas que viven una situación de vulnerabilidad. Y hoy, cuando las desigualdades están creciendo y estamos sufriendo una pandemia que, más allá del ámbito sanitario, nos arrastra a una crisis de consecuencias sociales y económicas inimaginables, cuidar y acompañar tiene más sentido que nunca. Te enseñamos lo que hemos hecho a lo largo de este año y que todo ha sido posible porque muchos de vosotros y vosotras nos habéis ayudado. Cuidar no es solo una labor de los cuidadores y cuidadoras; los cuidados, al igual que la solidaridad, son inherentes a todo ser humano y es una actitud que nos corresponde como personas. Ya hemos visto que en este futuro tan cercano las redes de apoyo, las iniciativas para poner delante a los colectivos vulnerables, y para cuidarlos y acompañarlos serán fundamentales. Queremos aportar nuestro granito de arena para tejer complicidades sociales y engrandecer la familia hospitalaria que somos, y nos gustaría que nos ayudaseis a no rehuir nuestro compromiso con los más necesitados. A partir de ahora aparecerán nuevas necesidades y queremos estar atentos para darles respuesta.
Esta memoria nos permite explicarte quiénes somos, qué hacemos, qué hemos hecho y qué queremos seguir haciendo. Pero, sobre todo, nos permite decirte cómo hemos hecho nuestro trabajo. En todos estos temas hay un elemento común: ponemos la solidaridad en el centro de la vida de las personas porque creemos que este es uno de los valores más transformadores que existe. Aquí encontrarás muchas voces y muchas caras que pertenecen, de una forma u otra, a la comunidad de San Juan de Dios. Todos y todas son las personas que trabajan para conseguir este mundo más justo y más solidario. Desde científicos que avanzan en el campo de la investigación hasta la trabajadora que acaba de jubilarse. Todos y todas forman parte de esta familia hospitalaria. Pero, ante todo, los conocerás a ellos y a ellas: a las personas que atendemos. Ellas son nuestra razón de ser.
Encontrarás pequeñas grandes historias de vida, entrevistas y reportajes que te permitirán acercarte a todos nuestros centros y conocer de cerca el trabajo que hacemos cada día. Estas voces, colaboraciones y proyectos nos han ayudado a crecer a lo largo de este año, ya sea con iniciativas nuevas o con compromisos imprescindibles para nosotros, como por ejemplo nuestra implicación con el mundo que nos rodea y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030. Esta memoria está escrita en plena crisis de la COVID-19 y creemos que es necesario reflexionar sobre lo que ha supuesto y supondrá esta crisis en los ámbitos sanitario y social. Una pandemia que nos ha trastocado enseñándonos la fragilidad humana y colocando a las personas que ya viven situaciones complicadas en una situación de alta vulnerabilidad. Para que sepas quiénes son, cómo las estamos acompañando y cómo podemos ayudarlas, encontrarás un especial COVID-19, con retratos de esta crisis y con historias de vidas llenas de solidaridad. Estos meses hemos visto que la solidaridad en tiempo de crisis tiene más sentido que nunca. Puede ser una sonrisa, un gesto, una palabra, pero también es el esfuerzo que somos capaces de hacer juntos. Y es que una sociedad que cuida es, sin duda, la base para conseguir un mundo mejor, y esto lo podemos hacer compartiendo el verdadero poder que tiene la solidaridad que nos une. Quiero acabar esta editorial agradeciendo a los miles de trabajadores de la sanidad y de los centros sociosanitarios y sociales que con su compromiso han permitido que aquello de no dejar nadie atrás sea una realidad. Nosotros, a veces, solo hacemos de intermediarios y vosotros, personas individuales, familias, amigos de personas enfermas y pacientes, escuelas y asociaciones, fundaciones, comercios y empresas nos habéis demostrado que todas estas personas no están solas y pueden contar con vuestra solidaridad. La cantidad de trabajo que se nos viene encima es mayúsculo y estamos orgullosos de la institución, que no rehuirá el reto al que se enfrenta y estamos especialmente satisfechos de la familia hospitalaria que somos. Por ello os lo volvemos a decir: Muchas gracias por acompañarnos, por estar a nuestro lado.