Ana Caballero | Coordinadora del Área Solidaria de la Fundación Jesús Abandonado de Murcia
Ana Caballero, coordinadora del Área Solidaria de la Fundación Jesús Abandonado de Murcia, recibió una llamada para ir a Valencia a echar una mano en la coordinación del voluntariado de Sant Joan de Déu en Valencia. Al llegar se encontró una situación muy organizada que contaba con los profesionales y voluntarios de SJD Valencia, del Ayuntamiento de Valencia, vecinos y vecinas. La sorpresa fue que se sumaban muchas personas de La Torre: «Es increíble ver a alguien que tiene su casa a medias y baja a la calle para echar una mano».
No les importaba lo más mínimo volver a casa por la noche llenos de barro, sin apenas haber comido o con dolor de cabeza, aunque reconoce que lo peor es cuando entra la noche, “porque esto se vacía y queda el silencio de una ciudad que está sin luz en la calle, llena de barro, con miedos e inseguridades”. Entonces es cuando piensa ¿Cómo dormirá toda esta gente? Duda si es posible el descanso después de lo ocurrido: “El ruido que llevan dentro es lo que más me angustia”.
«A cargo de estas zonas estamos profesionales de San Juan de Dios. Nuestra experiencia marca la profesionalidad de cómo hacemos las cosas»
Su trabajo ha sido ayudar en la coordinación del voluntariado del punto de asistencia de primeras necesidades situado en La Torre. “No solo está la parte logística y dar los bienes materiales que han perdido, también es muy importante la parte emocional. Aquí vemos a jóvenes que vienen, que abrazan y te preguntan cómo estás”. Asegura que la gente quiere sentirse útil, hacer algo por los demás, que valga la pena, y buscan ese momento para ayudar. Como coordinadora de voluntariado de Murcia tiene clara la responsabilidad de hacer su trabajo y hacerlo bien, detectando las necesidades de las personas voluntarias, en la medida de lo posible, y acompañarlas. Sabe de la importancia de estar presente, que voluntarios y voluntarias se queden con la experiencia de ayudar a los otros y a la vez de sentirse útiles y cuidados. «La gente se marcha dando las gracias. Se llevan una lección de vida y una garrafa de humildad. Por nuestra parte es imprescindible agradecerles su tiempo y sobre todo cuidarlos”, comenta la coordinadora.
Ana asegura que estos días han visto valores, como la solidaridad y la generosidad, muy afines a los de San Juan de Dios. Admite que son muchas las personas que les han dicho que todo estaba muy bien organizado. “A cargo de estas zonas estamos profesionales de San Juan de Dios. Nuestra experiencia marca la profesionalidad de cómo hacemos las cosas”.
Nuestro trabajo es ayudar a las personas que más lo necesitan y seguir atendiendo a las personas sin hogar de la ciudad de Valencia y los centros de emergencia.
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