Ópticos de la campaña ‘Ver para Crecer’ de la Fundación Cione Ruta de la Luz volvieron a revisar la vista de 100 personas en riesgo de exclusión social atendidas en Sant Joan de Deu Serveis Socials – Barcelona y la Fundació Bayt al-Thaqafa, entre otras.
El jueves, 14 de junio, ocho ópticos voluntarios cedieron su jornada laboral al proyecto y encontraron 74 defectos visuales sin corregir, o mal corregidos con gafas desactualizadas. Es el caso de Luisa, que está aprendiendo catalán. Acude a cuantos cursos de formación le es posible para encontrar un trabajo en Barcelona. Es una de las personas en situación de sin hogar a las que la Asociación Bona Voluntat en Acció ayuda en su itinerario de reinserción social. “Cataluña me ha dado mucho en el año y medio que llevo viviendo aquí”, afirma esta argentina de 40 años. Lleva unas gafas con corrección sólo para ver de lejos con las que no pierde detalle de lo que le explica el profesor en la pizarra. Otra cosa es cuando tiene que escribir en su cuaderno. “No veo”, asegura. Los cambios de enfoque, le provocan dolor de cabeza, y así, es más difícil aprender, y de paso, encontrar una segunda oportunidad en la vida.
En aproximadamente un mes, las 74 personas que lo necesitan recibirán unas gafas nuevas, con la montura que eligieron entre una amplia selección. Con ellas tendrán mejores opciones para formarse, aprender, y, con el apoyo de las instituciones que las tutelan, encontrar un trabajo para salir de su situación.
Para Mireia, otra de las beneficiarias, ver bien de lejos es incluso “una cuestión de seguridad”. Con las nuevas gafas podrá leer carteles, distinguir los semáforos en la calle, por ejemplo. Como se ve muy seria en el espejo, al probarse las monturas eligió un “marco”, como ella lo llama, con puntitos de color, que la rejuvenece y le da una expresión aún más interesante a sus grandes ojos negros.
A Luisa Larcea, una de las profesionales de la visión que ha participado en las revisiones, le ha impactado la crueldad con la que la crisis ha golpeado a Jordi. Con grandes posibilidades económicas, había dejado de leer, porque no ve de cerca. Tiene mucha miopía. Sus nuevas gafas le permitirán curiosear en internet, algo que le apasiona, pero, sobre todo, recuperar el placer de emplear las tardes leyendo una buena novela. Tampoco ve de cerca Mohamed, un joven árabe que habla cuatro idiomas, y que estudió periodismo en su país. Sus nuevas gafas, le ayudarán con el aprendizaje del castellano y del catalán en el que está empeñado ahora.
Cada una de las 100 personas atendidas tiene su propia historia y las entidades que las acogen, Sant Joan de Déu Serveis Socials – Barcelona, la Fundación Bayt al-Thaqafa, Centre d’Acollida Assís y Bona Voluntat en Acció, las ayudan diariamente a mejorar. Ésta es la segunda vez que ‘Ver para Crecer’ lleva a cabo esta acción en estas mismas instalaciones de la calle Hort de la Vila donde Sant Joan de Déu tiene una de sus sedes. La primera tuvo lugar en febrero de 2017. «El disponer de una buena visión y tener medidas para corregir posibles problemas ha podido mejorar la calidad de vida de la personas atendidas, ya que se han paliado problemas derivados de esta falta de visión, como puede ser dolor o fatiga ocular, dolor de cabeza al leer…» asegura Charo Sillero, responsable de este equipamiento.
‘Ver Para Crecer’ cumple este junio sus primeros tres años de misiones ópticas en España. Un programa solidario que se apoya en la experiencia en materia de cooperación internacional en el ámbito de la Salud Visual de la Fundación Cione Ruta de la Luz y en la capacidad tecnológica de la iniciativa ‘Vision For Life‘, de Essilor. Su objetivo es revisar la vista de personas en situación de vulnerabilidad, de manera que quienes necesitan unas gafas porque su situación coyuntural no les permite costeárselas, las reciben nuevas, hechas ex profeso para su graduación actual, y de forma gratuita.