Oriol Bota ocupa el càrrec de director des de l’any 2009 amb l’objectiu de fer un projecte d’activació de la societat i de creació de comunitat treballant des d’una base solidària. Alguns dels primers reptes han estat la renovació del discurs de l’Obra Social i l’augment de la captació de fons a través d’una major sensibilització.
Oriol Bota | Director de l'Obra Social Sant Joan de Déu
¿Qué evolución ha seguido la Obra Social San Juan de Dios en los últimos años?
Nosotros trabajamos por fases. La primera fase consistió en modernizar el discurso de la Obra Social, es decir, dejar claro que no somos una entidad reactiva sino que somos proactivos. También era necesario abrir las ventanas para que entrara aire de fuera. Nosotros no estábamos en el imaginario o en el pensamiento de la gente como una entidad solidaria, sino que éramos una entidad profesional de la salud o del ámbito social. Necesitábamos convertirnos en una institución basada en la solidaridad y, para hacerlo, lo más importante era sembrar y tener claro qué comunicábamos para poder recaudar fondos e implicar la sociedad.
En la segunda fase hicimos un salto adelante. Lo conseguimos creando una web potente, un programa de Escuela Amiga efectivo, una línea de ingresos nuevos con la introducción de productos solidarios, consiguiendo nuevos socios y poniendo en marcha la movilización de la Magic Line. Por lo tanto, iniciamos una línea de crecimiento en temas de reputación y profesionalización.
La tercera fase, en la que estamos ahora, incluye el hecho de poner en marcha nuevas campañas y acciones que nos hagan ser referentes en el sector.
¿De qué manera os organizáis como Obra Social?
Hasta ahora hemos trabajado en una estructura de pequeño grupo en el que todos lo hacíamos todo, de adaptación mutua, trabajábamos en grupos que se montaban y se desmontaban. Ahora tenemos una estructura en que la gestión es diferente de la innovación y, por lo tanto, los de gestión tienen que gestionar y los de innovación tienen que innovar. Tenemos que intentar levantar siempre la mirada. Los equipos están formados por personas que tienen sus miedos, sus desazones, sus ilusiones y esto es una de las cosas que tenemos que saber cuidar. Cuando conseguimos desarrollar un proyecto, a mí me fascina la energía de la gente haciendo cosas. Hacer que un equipo se multiplique con su energía es apasionante
Cuando conseguimos desarrollar un proyecto, a mí me fascina la energía de la gente haciendo cosas.
La participación ciudadana es fundamental para vosotros. ¿De qué manera convencerías a alguien para que entrara a formar parte de la Obra Social, sea como socia o como voluntaria?
A una persona que viniera a hacer de voluntaria, le diría que, a diferencia otras organizaciones, lo que queremos es lo mejor de ella. Es decir, hay gente que dice «yo tengo una mañana libre» y yo le digo gracias, pero hay gente que dice «yo tengo una mañana libre y soy fotógrafo». Nosotros queremos un fotógrafo, no una mañana libre, «dame lo que tú sabes y, por lo tanto, sé voluntario o voluntaria porque lo que tú sabes es lo que nosotros queremos». En este sentido, tenemos que ir encontrando los caminos.
A una persona que le interesara ser socia, le diría que la Obra Social velará porque su dinero tenga un buen destino y que nosotros estamos para hacer de nexo entre la sociedad y los colectivos atendidos en los centros. No somos recaudadores sino que somos un aliado porque queremos que estas personas nos acompañen durante mucho tiempo.
¿Qué maneras tiene la sociedad de ser solidaria con San Juan de Dios?
Hay muchas maneras de colaborar y hacer cosas a nuestro favor: organizar una merienda, un aniversario, una carrera, un casamiento o un concierto… eventos que se convierten en iniciativas solidarias. En este sentido, también hay la opción de abrir un reto a través de la plataforma migradearena.org. Y, por supuesto, necesitamos personas que, con su apoyo económico continuado, nos ayuden a dar estabilidad a los proyectos que llevamos a cabo.
Las empresas tienen la posibilidad de personalizar productos solidarios San Juan de Dios para felicitar aniversarios, para celebrar el Sant Jordi o para regalar por Navidades. Un detalle tanto para trabajadores como para clientes o colaboradores. También nos son útiles las donaciones en especie y los voluntariados corporativos. Estos últimos son una manera de conocer las diferentes realidades de los colectivos que atendemos.
La Magic Line es nuestro evento más significativo, no por el dinero que captamos sino porque responde a lo que somos.
¿De las campañas que habéis estado haciendo en estos últimos años, cuál destacarías?
Destacaría la Magic Line sin lugar a dudas. Una movilización ciudadana por equipos donde se les invita a hacer acciones de captación antes de salir a andar. La Magic Line es nuestra tarjeta de presentación a la sociedad porque es una actividad que tiene nuestros valores: no es competitiva, es inclusiva, adaptada, cooperativa, de ciudad… La Magic Line es nuestro evento más significativo, no por el dinero que captamos sino porque responde a lo que somos.
¿Cómo definirías la respuesta de la sociedad ante entidades como la vuestra?
La gente ha respondido muy bien, estamos muy contentos del nivel de participación de la sociedad, incluso en épocas de crisis. Que una actividad como la Magic Line pase a contar con 12.000 personas es una barbaridad o que consigamos más de 600 voluntarios que nos ayuden es espectacular. Por lo tanto, la respuesta es más que positiva. De todos modos, tenemos que seguir avanzando porque nos han acompañado muy bien pero todavía quedan muchas cosas por hacer.