El voluntariado en unidades de cuidados paliativos confronta a los voluntarios con lo que es esencial en la vida. Hay días difíciles y otros muy enriquecedores. En todo caso siempre es una experiencia transformadora.
Carmen Nagore | hermana de una usuaria y voluntaria
Carmen Nagore reconoce que odia la frase ‘Me aporta mucho más de lo que yo doy’ cuando la gente habla del voluntariado. Explica que no todos los días son buenos, sino que hay días en los que puedes salir enfadado o con la sensación de no haber hecho nada. Como en la vida, aunque hayan días peores, también existen días espectaculares que la ayudan a recordar qué es lo realmente importante.
Sobre la relación con los pacientes, explica que con algunos se produce la chispa pero puede ser que no ocurra y que estos no quieran estar contigo. Por eso, Carmen defiende que el voluntariado es un arte basado en la empatía, en entender qué quiere esa persona. En ocasiones, con el tiempo se puede apreciar cómo la soledad del paciente se alivia hasta desaparecer y ser capaz de agradecer tu compañía y, al final, es eso lo que te llega.
Carmen Nagore es una de las voluntarias que nos ayudan día a día en nuestros centros. Tú también puedes formar parte de esta experiencia. Para más información, puedes acceder a nuestra página de voluntariado.