Vicente vivía de la compra venta de antigüedades. Se ganaba bien la vida y había tenido una vida bastante fácil en el sentido económico. Sin embargo, una serie de malas circunstancias le dejaron en situación de sin hogar de la que ha conseguido salir con ayuda de San Juan de Dios. Ahora tiene un trabajo y está agradecido a la vida por haberle dado una segunda oportunidad. La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios acompaña y acoge a personas en momentos de dificultad, y fomenta su autonomía a través de programas de atención personalizada.