Como organización católica y humanitaria, basada en la hospitalidad, la fraternidad y la solidaridad, Gaza nos interpela. La población está siendo condenada a sortear la muerte todos los días. Los hospitales, los centros escolares, los campamentos y ahora los centros de distribución alimentaria son atacados indiscriminadamente. La ayuda humanitaria más esencial se ha convertido en una trampa mortal y estamos asistiendo a una vulneración absoluta y sistemática de los derechos humanos.
Ante esta situación inhumana, la Orden Hospitalaria San Juan de Dios comparte el llamamiento que ya han hecho muchas organizaciones de ayuda humanitaria internacionales para que se ponga fin al asedio militar a la población civil y se restablezcan canales seguros de ayuda humanitaria, coordinada y dirigida por la ONU.
No podemos ni debemos permitir la indiferencia ante tal atrocidad humanitaria. Desde la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios seguiremos trabajando, día a día, para las personas que más lo necesitan, y también para romper la indiferencia y el silencio que imperan mientras las bombas, las muertes y el abandono persisten. La paz es el único camino posible.