Las organizaciones dedicadas a la infancia y los organismos internacionales llaman la atención sobre este 20 de noviembre de forma especial, ante las desastrosas consecuencias de la pandemia para los más pequeños.
El 20 de noviembre conmemora los aniversarios de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos de la Infancia (1959) y la aprobación de la Convención de los Derechos de la Infancia (1989). Esta Convención, la más universal de los tratados internacionales, establece una serie de derechos para los niños y las niñas, incluidos los relativos a la vida, la salud y la educación, el derecho a jugar, a la vida familiar, a la protección frente a la violencia y la discriminación, y a que se escuchen sus opiniones.
La crisis de la COVID-19 ha resultado ser una crisis también para sus derechos. Incluso, en cierta manera, como dice Juanjo García, responsable del estudio KidsCorona del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, se los ha estigmatizado como portadores del virus: “se confronta el derecho a la salud al de la educación, sin tener en cuenta las consecuencias” y reclama “poner remedio” para no vulnerar sus derechos en la campaña de la Taula del Tercer Sector #ActuemPerLaInfància. Són una de Las Caras de la Vulnerabilidad, la campaña de San Juan de Dios para paliar las consecuencias de la pandemia en la población más vulnerable.
Un problema que también se ha agravado con la crisis del coronavirus es el maltrato infantil. En este sentido, desde el 2018, el área de Salud Mental de San Juan de Dios impulsa el Programa TEVI para detectar situaciones de violencia en el hogar y ofrecer a los que las sufren un abordaje terapéutico que los permita superar los problemas derivados.
Igualmente, la Carta Europea de los Derechos de los Niños Hospitalizados recoge que la hospitalización de niños y niñas reúne unas características diferenciales a las de los adultos. Y en este sentido, desde San Juan de Dios utilizamos todas las estrategias para que un niño no deje de ser un niño mientras permance en el hospital y para que la vivencia de la enfermedad sea lo más positiva posible.
Además también invertimos en investigación, tecnología e innovación, y también desplegamos un abanico de programas para minimizar el impacto negativo que puede producir la hospitalización en un niño, sus problemas de salud mental, o todos aquellos efectos que le pueda ocasionar estar en situación de sin hogar, venir de un entorno con pocos recursos económicos o de otro país, sea migrante o refugiado.
Centros como el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona, Parc Sanitari SJD, Sant Joan de Déu Terres de Lleida, Fundació Germà Tomàs Canet, Althaia Manresa, la Fundació Serveis Socials Mallorca, la Fundación Instituto San José o el Hospital SJD Zaragoza, entre otros, trabajan diariamente para cuidar estos derechos de la infancia en todos sus ámbitos.
Iniciativas solidarias como Bombers amb Causa, y la de muchas familias con sus propias campañas, sensibilizan y consiguen fondos solidarios para poder seguir trabajando por su bienestar. Al igual que promovemos sus derechos e inclusión social a través de nuestros programas de sensibilización con Latidos SJD, el Premio Pilarín Bayés y #EducaSJD.