El programa solidario -creado por el Hospital Clínic y el Hospital Sant Joan de Déu- quiere seguir enviando personal sanitario a los campos de refugiados griegos. Así lo han constatado en el acto de balance celebrado coincidiendo con el Día Mundial del Refugiado.
Ante la situación de emergencia social y sanitaria de la población refugiada originada por la crisis migratoria del Mediterráneo, ambos hospitales se plantearon la necesidad urgente de establecer un programa que permitiera enviar personal sanitario. Es así como nació S.O.S. Refugiats que, desde agosto de 2016, está enviando equipos de profesionales para prestar asistencia sanitaria a los campos griegos gestionados por la ONG WAHA (Women and Health Alliance International). Recientemente se ha sumado el CAPSBE (Consorci d’Atenció Primaria de Salut Barcelona Esquerra) uniendo esfuerzos.
Desde entonces, un total de 47 enfermeras y médicos especialistas en pediatría, psiquiatría, medicina familiar y comunitaria, oftalmología, medicina preventiva, anestesiología, obstetricia y neumología de las tres instituciones han contribuido a cubrir las necesidades sanitarias básicas de unas 12.000 personas, mayoritariamente niños y niñas. Estos profesionales han prestado asistencia sanitaria a los refugiados de las islas de Quíos, Kos y Lesbos, así como en la zona de Tesalónica.
Los cooperantes del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona han llevado a cabo un estudio nutricional de la población infantil refugiada en Quíos. Durante los meses de noviembre y diciembre recogieron datos socio-demográficos, clínicos y antropométricos de los niños que habían atendido. Hicieron un total de 816 visitas en este periodo a 478 niños. Los resultados del estudio han demostrado que un alto porcentaje de los menores sufre desnutrición y que no tiene acceso a un tratamiento nutricional. Los profesionales de Sant Joan de Déu denunciaron esta situación de crisis alimentaria a ACNUR y UNICEF y han conseguido que estas organizaciones hayan puesto en marcha un programa urgente para solucionarla. El estudio también mostró un elevado índice de niños y niñas con estrés postraumático debido a la situación que están viviendo.
Los profesionales del Hospital Clínic detectaron la necesidad de implementar un programa de salud mental con el objetivo de poner en marcha una consulta psiquiátrica que ofreciera una atención personalizada en un entorno de confidencialidad. Se ha prestado ayuda psicológica y psiquiátrica tanto a personas refugiadas como a trabajadores humanitarios. En el caso de los refugiados, los cooperantes han atendido tanto a personas que han tenido que interrumpir su tratamiento psiquiátrico debido al conflicto que les ha obligado migrar, como aquellas que se han visto afectadas por un trauma psicológico. Por otra parte, los profesionales han podido constatar que muchas de estas personas sufren un progresivo deterioro de su salud mental, resultado de un proceso acumulativo de varias situaciones traumáticas que han interiorizado y que las lleva, en muchos casos, a un estado de desesperación.
Por otro lado, profesionales del CAPSBE detectaron graves carencias en educación sanitaria en lo que se refiere, entre otras, a la higiene bucodental y la información sobre salud sexual y reproductiva. Es por este motivo que propusieron y desarrollaron talleres en este ámbito de forma conjunta tanto con WAHA como con otras ONGs como Save the Children.
La sostenibilidad del proyecto depende exclusivamente de las donaciones que se reciben. S.O.S. Refugiats se mantiene gracias a las aportaciones altruistas de los trabajadores y de los pacientes de los tres centros, así como al apoyo recibido de la Fundació Aurea, Vueling y la Magic Line Sant Joan de Déu Barcelona.
Si queréis estar al día de las novedades del proyecto os recomendamos seguir el Blog de ‘S.O.S. Refugiats’ (fuente de la noticia).
Cobertura del acto en Betevé Notícies (en catalán)