Edurne y Yolanda son usuaria y cuidadora de la Fundación de Atención a la Dependencia de San Juan de Dios. Cuando el marido de Edurne murió, Yolanda ya hacía un tiempo que les iba a ayudar. Gracias a la labor de la cuidadora, Edurne ve la vida de una manera diferente, más positiva y con más ganas de vivirla.