San Juan de Dios, a través de JuanCiudad ONGD y los hermanamientos, está realizando un gran esfuerzo para revertir la situación y mantener el apoyo a los centros y hospitales en países desfavorecidos de África y América Latina, donde el COVID-19 puede provocar una catástrofe aún mayor que en Europa, debido a la fragilidad de sus sistemas sanitarios.
Con el nuevo contexto, seguimos trabajando para mantener los proyectos y acciones de cooperación internacional para el desarrollo desde la distancia. A través de teleconferencias periódicas, conocemos su estado y las necesidades específicas de cada centro. Tomamos de ejemplo la entereza y la capacidad de resiliencia de las personas y colaboradores que viven y, también, los aprendizajes de nuestros centros hermanados durante la crisis.
Y es que, desde 2013 al 2016 ya vivimos, en primera persona, la epidemia de ébola que afectó África del Oeste, y por eso sabemos que es crucial y urgente ayudar a controlar la epidemia en países con escasos sistemas sanitarios, además de mantener la atención materno-infantil, y de enfermedades crónicas y prevalentes como VIH, malaria y tuberculosis, entre otras.
El 17 de marzo se enviaron medidas específicas a cada uno de los países con proyectos activos, para facilitar acciones de prevención y control frente al coronavirus, y proteger a los trabajadores y beneficiarios. Esto ha implicado que algunos programas, como los de salud comunitaria, se hayan suspendido temporalmente.
También se mantiene el apoyo a todos los proyectos y el personal local, priorizando el mantenimiento de los servicios sociales y sanitarios a la población, según el contexto de la epidemia. Para ello, se les ha enviado una primera partida de fondos para afrontar la emergencia del coronavirus en África y América, destinados a la adquisición de materiales de protección, equipamiento para la formación e implementación de protocolos, el sostenimiento de los centros (energía, gasoil transporte, plantilla, alimentos, etc.) y sensibilización de las comunidades.
El Hno Eduardo Ribes, coordinador provincial de Solidaridad SJD y responsable de los hermanamientos, sostiene: «La solidaridad tiene que fluir y para nosotros, como Hermanos de San Juan de Dios, la hospitalidad no tiene fronteras. Esto nos impulsa a pensar no solo en las necesidades más próximas, sino también en las del otro lado del Océano. Es el momento de despertar la creatividad solidaria; el ser humano tiene la capacidad de reinventarse, de adaptarse a nuevas situaciones y tenemos que estar preparados para ello».
Actualmente los países con mayores necesidades son Ghana, Sierra Leona, Liberia, Senegal, Kenia, Zambia, Camerún, Mozambique, Togo y Benin en África. Y Bolivia, Colombia y Perú en América Latina. Ellos también forman parte de Las Caras de la Vulnerabilidad.
Foto y gráficos: JuanCiudad ONGD