Oriol Bota | Director de la Obra Social de San Juan de Dios
Presentar una memoria es hacer un repaso de lo que ha pasado durante el año que acabamos de cerrar identificando lo que es más significativo.
En 2021 la pandemia nos impactó y agotó tanto que ahora que estamos vacunados y nos parece que la tenemos controlada, muchos quieren pasar página y olvidar los días vividos. Hay un esfuerzo por olvidar el impacto que ha tenido en nuestras vidas e, incluso, nos molesta la mascarilla y las pocas restricciones que existen.
Sin embargo, olvidar no va con el talante de San Juan de Dios y menos cuando todos los informes y las estadísticas nos dicen que los impactos de la COVID-19 no sólo persisten sino que aún deben aflorar más entre nosotros. El impacto existe entre los niños, jóvenes, adultos y mayores. El impacto de la COVID-19 en la salud física y emocional de mucha gente es hoy muy significativo, la pobreza ha crecido y ciertos colectivos están sufriendo mucho. Por eso, hoy, es un orgullo presentar una memoria del año que no queremos olvidar. En Sant Joan de Déu queremos recordar de dónde venimos para poder afrontar mucho mejor lo que tenemos por delante.
Hace más de 500 años el fundador de esta institución se dedicó al cuidado de los olvidados: los vulnerables de los vulnerables. Así, acogió a niños y adultos, pobres o enfermos, y lo hizo sin tener en cuenta su condición. A todos y a todas les abrió las puertas de su casa y les cuidó y acompañó. Hoy seguimos realizando esta labor desde todos y cada uno de nuestros centros, ya sean sociales, sociosanitarios u hospitalarios. Como nuestro fundador, en el ADN llevamos la hospitalidad como valor fundamental. Nos dedicamos a la hospitalidad y lo hacemos acogiendo la fragilidad de enfermos, de recién llegados, de mujeres con hijos a cargo que han estado viviendo en la calle, de personas con discapacidad o de personas que sufren algún problema de salud mental. Con todas ellas lo llevamos a cabo respetando los procesos de cuidado, rehabilitación y adaptación a las nuevas realidades y, sobre todo, no lo hacemos solos. Nos gusta realizar nuestra tarea poniendo a la persona atendida en el centro y creando también redes de apoyo que le ayuden. Por eso los programas financiados gracias a la solidaridad son tan importantes; por eso los cientos de personas voluntarias que ayudan y cuidan a los pacientes y usuarios son parte tan imprescindible de la institución. Y por eso sabemos que nuestro objetivo no es solo hacer el bien, sino, como decía nuestro fundador, «hacer el bien bien hecho», y así poder cambiar realidades.
En este camino de superación de la pandemia hablamos de “normalidad”, pero somos conscientes de que el futuro nos trae nuevas fragilidades y vulnerabilidades, y debemos prepararnos para poder dar respuestas a todas estas personas.
Tener la plataforma Som Salud Mental 360 o el programa de sensibilización para jóvenes #YoCambioTodo, programa PoderosaMente en 2022, nos llena de orgullo. También sabemos que la vivienda, los suministros y el trabajo son bienes escasos y caros, y que dificultan a mucha gente poder salir adelante. Por eso, cuando nuestros centros especiales de trabajo o la Fundación SJD de Atención a la Dependencia crean más puestos de trabajo, estamos contentos. Y cuando abrimos más pisos con alquileres sociales para que la gente pueda salir de los albergues, nos emocionamos. Sabemos que la investigación es la única forma de curar ciertas enfermedades; por lo tanto, cuando con los bomberos asignamos una nueva beca de investigación nos llena igualmente de alegría. Aprovecho para poner de relieve que este 2022 hemos inaugurado el Pediatric Cancer Center gracias a la solidaridad. Un gran hito que muestra la solidaridad de la sociedad en general.
2021 ha sido un año de mucho trabajo, porque la emergencia nos obligaba. Ahora ya sabemos que debemos construir nuevos recursos, nuevos dispositivos para atender a las realidades de la guerra de Ucrania, abordar la pobreza energética o la dificultad para encontrar trabajo, entre otros. Y queremos hacerlo juntos con socios y donantes, amigos y colaboradores, voluntariado y profesionales. Sin vosotros no hubiera sido posible. ¡Gracias a todos y todas por vuestra solidaridad!
Editorial de la Memoria Solidaridad SJD.